miércoles, 17 de noviembre de 2010

Novedades Astiberri Diciembre 2010



ALEC 2. La musa muerta, de Eddie Campbell. Traducción: Santiago García Blanco y negro. Rústica con solapas 336 páginas. Tamaño 17×24 cm. 22 euros

El final de la ingeniosa y épica autobiografía de Eddie Campbell
La musa muerta completa la novela gráfica desarrollada por el dibujante de From Hell a lo largo de dos décadas
Realizada entre 1981 y 2001 y por fin publicada en España, Alec 2. La musa muerta, segunda de las dos entregas de las que consta la obra, después de Alec 1. Cómo ser artista (Astiberri, 2010), es una versión de la vida de Eddie Campbell a través del filtro de su álter ego, Alec MacGarry. El protagonista relata su lenta maduración hacia la profesión de autor de cómic, contando cómo se vuelve uno artista, y aprovechando para repasar de manera original la historia del cómic hasta finales del siglo XX.
En este segundo volumen, asistimos a la evolución de Alec/Eddie, que se pasa de la cerveza al vino y deja las noches locas en los bares para volverse un responsable padre de familia… La acerada mirada de Eddie Campbell lo barre todo con ironía y aprovecha las situaciones más banales para sacar ingenio y sabiduría.
Alec es sin duda una referencia de la novela gráfica anglosajona, creada por el que participó en la emergencia del medio en los años 80.
“¿De verdad necesitáis que os diga lo bueno que es Eddie Campbell? ¿O que Alec es probablemente el mejor cómic de larga extensión sobre arte y vino y las crisis de los cuarenta y las familias y los amigos y el vino y el amor y el arte y despedirse y el terror que supone?”. Neil Gaiman
“Ningún otro dibujante de cómic de lengua inglesa plasma su vida en un cómic autobiográfico de manera tan expansiva y atractiva como lo hace Eddie Campbell”. The Comics Journal


El amanecer de los conejitos suicidas, de Andy Riley Blanco y negro. Cartoné 160 páginas. Tamaño 18 x 14 cms. 13 euros

Los conejitos suicidas vuelven a las andadas
Más de 35.000 ejemplares vendidos de los dos primeros títulos de la exitosa saga del británico Andy Riley
Andy Riley, autor de los éxitos El libro de los conejitos suicidas y El regreso de los conejitos suicidas, ambos publicados por Astiberri, vuelve con una dosis doble de autodestrucción conejil (60 páginas más que cada una de las dos entregas anteriores). Los simpáticos animalitos sólo tienen una idea en su cabeza: poner fin a su vida con un derroche de imaginación y carcajadas.
El amanecer de los conejitos suicidas nos muestra nuevas maneras, a cual más estrafalaria, que los conejitos eligen para abandonar este mundo. El perverso sentido del humor de Andy Riley provocará la hilaridad del lector que no dejará de admirar la imaginación de un artista que no tiene prejuicios para mostrar el lado oscuro de unos animalitos a los que (casi) todo el mundo ve con simpatía. Son más de 35.000 ejemplares vendidos por la saga de Los conejitos suicidas en castellano, que tiene su continuación en la edición en catalán de El llibre dels conillets suïcides.
“No debería ser divertido. De ninguna manera. Pero lo es”. Miranda Hart
“Muy imaginativo, muy divertido y muy preocupante si eres la madre del autor”. Richard Curtis, guionista, director, productor
Andy Riley es guionista de cine y televisión. Entre sus créditos figuran Spitting Image y Little Britain, así como Trigger Happy TV, Smack the Pony, Black Books, The Armstrong and Miller Show, Hyperdrive, The Armando Ianucci Shows, El Show de Katy Brand, Robby el reno, el programa de animación premiado con un BAFTA, y la película animada de Disney, Gnomeo and Juliet. Dibuja la tira semanal Roasted para The Observer Magazine. Actualmente prepara una serie animada para Estados Unidos al estilo de Padre de familia. Es también el autor de Grandes mentiras para niños pequeños, Muchas más mentiras para niños pequeños, Hágalo usted mismo y Cerdos egoístas (todos publicados por Astiberri).
Para leer sus nuevas tiras: misterandyriley.com
Para seguirle en twitter: @andyrileyish


La sombra sobre Innsmouth, de H. P. Lovecraft Ilustraciones: Alberto Vázquez Traducción: Juan Antonio Molina Foix, José María Nebreda y Francisco Torres Oliver Blanco y negro. Cartoné 248 páginas. Tamaño 17 x 24 cms. 20 euros

El genio de Lovecraft recreado por Alberto Vázquez
El autor gallego se adentra en el horror lovecraftiano con su trazo expresionista en una serie de relatosencabezados por La sombra sobre Innsmouth
La sombra sobre Innsmouth, obra del escritor estadounidense H. P. Lovecraft –uno de los maestros indiscutibles de la literatura de terror de todos los tiempos– continúa, con ilustraciones del dibujante gallego Alberto Vázquez, la colección Clásicos Ilustrados de Astiberri, donde una novela completa o, como en este caso, una recopilación de relatos de un autor de referencia de la literatura, es interpretada gráficamente por un dibujante de cómics con una serie de ilustraciones distribuidas a lo largo del libro principalmente a toda página.
La obra de Lovecraft sigue siendo objeto de culto por parte de nuestros contemporáneos. Personaje rodeado de malditismo, apático, racista declarado, enemigo del mundo moderno y rebosante de fobias, intentó integrarse en la sociedad sin éxito. Todo este desprecio acumulado hacia la humanidad se vio volcado en su obra salpicada de una mitología fantástica personal –conocida como Los mitos de Cthulhu– y una visión apocalíptica y degradada del universo. Su literatura ritual llena de adjetivos imposibles y extensas descripciones paradójicas, ahonda entre lo maravilloso y lo terrorífico, lo preciso y lo abstracto, lo científico y lo mitológico, provocando al lector un desorden de los sentidos característico de su literatura.
En este volumen se abordan 7 relatos de distinta extensión que permitirán al lector conocer los hitos temáticos y narrativos que hacen de Lovecraft uno de los escritores de culto más personales e influyentes de la historia de la literatura. Esta selección clave para adentrarse en el universo del autor norteamericano se compone de La sombra sobre Innsmouth, La extraña casa en la niebla, El ceremonial, La música de Erich Zann, Los sueños en la Casa de la Bruja y Las ratas en las paredes.
La ilustración en Los mitos de Cthulhu
No existen muchas representaciones gráficas de Los mitos de Cthulu descritos por Lovecraft. Ilustrar y representar el pánico y el terror, las atmósferas opresivas y su bestiario particular fue uno de los problemas básicos a la hora de representar estos relatos. Alberto Vázquez ha utilizado gráficas distintas en cada relato sin perder una unidad estilística en todo el libro de cara a representar la climatología exterior e interior del relato.
Vázquez se apoya en una gráfica expresiva, combinado la mancha con el trazo gestual, los brochazos con las estampaciones y el collage con las raspaduras. Sus escenas cuidan la iluminación y las composiciones, representan figuras rotundas y formas distorsionadas que ayudan a entender la naturaleza misteriosa del relato y sus emociones. A modo de dar forma a los monstruos, deidades y paisajes ambientados en Los mitos de Chtulhu, se utiliza una mezcla entre figuración y abstracción. Lo abstracto entronca con el tipo de prosa que utiliza Lovecraft sobre su mitología. El dibujo mantiene en los momentos clave esta abstracción, utilizando la mancha y la textura para representar este mundo de pesadilla.
El ilustrador coruñés utiliza la silueta para representar –o mejor dicho, no representar– al narrador de la historia, una elección que se justifica por dos motivos. El primero, directamente hace referencia al tratamiento anónimo que Lovecraft da a los testigos de sus relatos. No importa quiénes son y cómo son, sino que sirven únicamente como vehículos de las historias en las que se ven envueltos y que no pueden evitar su destino. Por otra parte, la silueta hace al lector identificarse con el protagonista y pasar a ser él mismo el verdadero protagonista del relato. La silueta funciona como una metáfora del yo universal acercando al lector a la situación, y de alguna forma, ayuda a no interferir en la imaginación de éste.
Howard Phillips Lovecraft (Providence, EE.UU., 1890-1837) que padeció una vida corta y lastimosa de hombre enfermo y escritor de poco éxito, se convirtió póstumamente en uno de los autores más populares e influyentes del siglo XX. Sus cuentos, –publicados en castellano con primor por Valdemar–, definieron el género del horror cósmico y han sido modelo para muchas otras creaciones. Lovecraft forjó algunos de los símbolos más notables del espanto, los mitos de Cthulhu y el Necronomicon, el libro abominable que los recoge. “Vivimos en una plácida isla de ignorancia en medio de negros mares de infinitud”, escribió. Los protagonistas de sus relatos se asoman a abismos de atrocidad inmemorial que habitualmente ignoramos. Haberlos entrevisto los condena al desasosiego, a la desesperación. La misma amenaza pende sobre el lector que sigue sus pasos.
Alberto Vázquez (La Coruña, 1980) culminó, tras pasar por las facultades de Bellas Artes de Pontevedra y Valencia, sus estudios en la escuela La Massana, de Barcelona. Comenzó a implicarse con pasión en el mundo del cómic con la llegada del nuevo milenio. Desde entonces ha participado en múltiples propuestas creativas que, entre otras, le han llevado a ser miembro fundador del colectivo Polaqia y del Fanzine enfermo, a publicar varias novelas gráficas como Psiconautas (Astiberri, 2006) y El evangelio de Judas (Astiberri, 2007) –esta última editada también en Francia–, a codirigir junto con Pedro Rivero, Birdboy, el cortometraje de animación basado en Psiconautas presentado en el Festival de Cine Fantástico de Sitges 2010 y a ser desde hace tres años ilustrador habitual del suplemento dominical El Pais


Sexo, amor y pistachos, de Ramón Boldú Blanco y negro. Cartoné 112 páginas. Tamaño 17 x 24 mm. 16 euros

Un rodaje nada pudoroso
El catalán Ramón Boldú, quien ya fuera cronista de la Transición en Bohemio pero abstemio. Memorias de un hombre de segunda mano, retrata ahora al personal que entra en el nuevo milenio Ramón Boldú, uno de los pioneros en castellano del relato autobiográfico cuando este género del cómic tan recurrente hoy en día no estaba de moda, propone con Sexo, amor y pistachos una nueva entrega de sus diarios, una suerte de memorias en absoluto pudorosas.
En Sexo, amor y pistachos, Ramón Boldú, a un suspiro de entrar en la sesentena, sigue haciendo gala de la frescura y el descaro de décadas pasadas: Private realizó The Uranus Experiment; la cinta obtuvo el galardón a la mejor película del año 2000, en el Festival Porno de Berlín. A Boldú le contrataron como guionista para dicha película; pero, en lugar de trabajar en el guión, se dedicó a preparar cafés para el equipo de producción y para los actores y actrices (entre las que se encontraba, Silvia Saint, célebre actriz del género).
El problema es que en Private hablan exclusivamente en inglés y Boldú, que no tiene ni idea, y como la familia tira para que todo quede en casa, se ve obligado a “invitar” a su hijo a trabajar de traductor en la película. Toda una experiencia para el chico de 18 años.
Ramón Boldú, que ya fue un cronista descocado de la Transición, con sus obras Bohemio pero abstemio y Memorias de un hombre de segunda mano, (reeditados por Astiberri en 2009), también se ha adentrado más recientemente en los 90 con El arte de criar malvas (Astiberri, 2008). Y promete seguir dando guerra: Boldú tiene experiencias que contar para dar y tomar.
“Las historias de Ramón Boldú relacionan un amplio catálogo de personajes que con sus biografías a cuestas, anécdotas, manías, aspiraciones y frustraciones nos cuentan muchas cosas de su tiempo, que también es el nuestro. Cuando acabéis este Sexo, amor y pistachos, puede que os surja la sospecha de que tras la mucha broma, sonrisas y risas hay una reflexión sobre el sexo y el amor y también sobre la entrañable fragilidad de las personas”. Pepe Gálvez
“Ramón Boldú es un fenómeno sin par, un narrador de inmenso talento y pudor muy escaso”. Ignacio Vidal-Folch, EL PAÍS
Ramón Boldú (Lleida, 1951) nació en plena comarca de Segarra y desde los cuatro años reside en Barcelona. Se lo trajeron sus padres, huyendo, ellos de los malos espíritus y él del Plan Marshall (estaba harto de tanta leche en polvo), como bien él contara en uno de sus primeros trabajos autobiográficos. Poco después, allá por los setenta ya nos tocó la moral durante varios años con la serie Los sexcéntricos, en la contraportada de la revista Lib, faceta de dibujante que tendría su continuación con Mario Gamma “El griego”, editado por La Cúpula. Ya en los 90 se revela como pionero en España de los cómics autobiográficos con sus obras Bohemio pero abstemio (La Cúpula) y Memorias de un hombre de segunda mano (Glénat) que fueron serializadas en la revista El Víbora y recientemente reeditadas por Astiberri en un volumen integral. Su muy particular periplo vital trasladado al papel continúa con El arte de criar malvas (Astiberri, 2008) y tiene su culminación, por ahora, con esta entrega de Sexo, amor y pistachos.

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